Dieudoneé Bouna será despedido este domingo con una misa en la iglesia de San Sebastián antes de su regreso a Burkina Faso.
Dieudonée Bouna ha sido Durante 10 años párroco en Villarrobledo, volviendo a su país Burkina Faso y regresando este verano a la que dice que es su casa.
El sacerdote será despedido este domingo, 3 de septiembre durante la misa en la que ha sido su parroquia, San Sebastián antes de regresar de nuevo a África, con la esperanza dice, de volver a visitarnos en un futuro.
Recuerda Dieudonée su llegada a Villarrobledo, reconociendo haber sentido mucho miedo al llegar a un lugar desconocido, a un país diferente, sin conocer el idioma y preguntándose como podría predicar la palabra de Dios sin saber hablar español.
Se enfrentaba además a un choque cultural importante, llegando de un país muy pobre a un país que según dice “lo tiene casi todo”, culturas diferentes, idiomas diferentes, mentalidad diferente y forma de vida diferente, teniendo que buscar el equilibrio para poder integrarse y adaptarse a nuestro país y a nuestra ciudad.
Con todo ello, el sacerdote consiguió superar los miedos iniciales, gracias, según dice a la ayuda de su parroquia y de los vecinos, así como de los compañeros sacerdotes que le ayudaron con el idioma y que fueron un gran apoyo en su día a día y en su proceso de adaptación, consiguiendo finalmente sentirse en Villarrobledo como en casa y con el cariño que señala que recibe de toda la ciudad.
Se despide por tanto, este domingo de su parroquia, volviendo a Burkina Faso, un país en serias dificultades y con una situación muy complicada donde el terrorismo campa a sus anchas y donde afirma que llega a ayudar a todas las personas que lo necesitan, acogiendo a refugiados en su parroquia que huyen de sus casas, dejando todo atrás por el miedo a las amenazas de los terroristas.
Afirma que se contabilizan 2 millones de desplazados internos en todo el país, siendo consciente de que lo que le espera a su vuelta, consciente también del peligro que corre ya que la religión cristiana está siendo perseguida. Por ello afirma que la prudencia a la hora de expresarse, tanto en las relaciones personales como a la hora de predicar es fundamental “si no se quiere tener problemas”.
Este domingo, durante su despedida, Dieudonée también recibirá toda la ayuda que los feligreses puedan ofrecerle para llevar a su país. Una ayuda que supone poder comprar alimentos, ropa o medicamentos para todas las personas que se han quedado sin nada. Además también se pone dinero para que los niños puedan asistir a las escuelas.
Una ayuda económica que es muy necesaria en Burkina Faso donde también hacen falta más infraestructuras sanitarias, educativas y canalizaciones o depósitos de agua, agradeciendo Dieudonée Bouna toda la ayuda recibida desde Villarrobledo en estos 10 años dirigida a su país, sintiendo siempre la solidaridad de los vecinos.
Dieudonée se despide de nuevo para regresar a su país donde siente que su presencia es necesaria pero con Villarrobledo y sus gentes en el corazón.