Un total de 10 alumnos y alumnas participan en el taller de Hostelería y Cocina del Plan de Integración Social de Servicios Sociales.
Un total de 10 chicos y chicas de entre 16 y 21 años participan en el taller de Hostelería y Cocina que se imparte dentro del Plan de Integración social de los Servicios Sociales del Ayuntamiento.
Un taller que ha visitado la concejal de bienestar social, Cristina García junto al Jefe de Servicio del área, Paco Castillo, la técnico, Elvira Lozano y el monitor del taller Juan José Alonso.
Castillo explica que desde Servicios Sociales se trabaja en diferentes ámbitos atendiendo a la personas en situación de vulnerabilidad, desde la atención a familias y menores, a jóvenes, desde el asesoramiento psicopedagógico o la formación para el empleo con actuaciones dirigidas a personas en riesgo de exclusión social, entre las que se encuentra este taller de Hostelería y Cocina dentro del programa de menores y jóvenes.
Desde Servicios Sociales se trabaja a través de un convenio financiado por la Consejería de Bienestar Social de la Junta de Comunidades, por los Fondos Sociales Europeos y por el Ayuntamiento de Villarrobledo.
Por su parte, Elvira Lozano la coordinadora del programa de menores y jóvenes en riesgo de exclusión social, añade que se trabaja en varias vertientes. Por un lado en la atención a la infancia se cuenta con el programa de refuerzo escolar, atendiendo las necesidades educativas de estos niños y niñas cuyas familias no pueden proporcionarles esta ayuda, trabajando en colaboración con Cruz Roja y la Asociación a Cal y Canto.
En el ámbito de la adolescencia, se cuenta con una monitora que atiende las necesidades de los chicos y chicas con dificultades, trabajando también en el refuerzo escolar pero incidiendo en otros aspectos como la mejora de las habilidades sociales o la autoestima.
Ya con los jóvenes se cuenta con la opción del taller de hostelería y cocina que se desarrolla cada año en el Centro Social Polivalente Lucas Blázquez y que este año cuanta con 10 alumnos y alumnas que además de adquirir conocimientos básicos de un oficio, refuerzan su autoestima, mejoran sus habilidades sociales y su motivación a la hora de enfrentarse al mercado laboral o incluso para retomar sus estudios o seguir formándose.
Son chicos y chicas en riesgo de exclusión que tienen en este taller una oportunidad de integración ofreciendo desde Servicios Sociales, no solo formación de cara a un posible empleo en el sector de la hostelería sino también en otras materias más transversales, de la mano de otros servicios municipales como el Centro de la Mujer, la Agencia de Desarrollo Local o el Centro Joven.
Elvira Lozano añade que desde Servicios Sociales se trabaja para adaptarse a las nuevas problemáticas de los jóvenes, que llegan con diferentes problemáticas, atendiendo este año también el bulling entre estos problemas que afectan a los jóvenes.
El monitor Juan José Alonso explica que estas primeras semana de curso, que comenzaba en el mes de octubre, se aprovechan para la primera toma de contacto entre los alumnos y alumnas para conocer las habilidades y destrezas de cada uno de ellos y reforzarlas, no solo a la hora de cocinar o servir mesas sino de una forma más personal, trabajando de forma cooperativa en la que unos aprenden de otros, colaborando y aprendiendo juntos.
El curso, ofrece unas nociones mínimas sobre el oficio en cuestión pero añade Alonso que supone una “evolución gigante” en lo personal para estos chicos, que consiguen motivarse, que mejoran su autoestima y que refuerzan sus habilidades sociales para poder enfrentarse al mundo laboral y para avanzar en su inclusión sociolaboral que es el objetivo de este programa.
Una inserción laboral que algunos de ellos consiguen, ya que tras el curso, tienen opción de realizar prácticas reales en diferentes establecimientos hoteleros de la localidad, que en algunos casos incluyen a estos jóvenes en su plantilla.
Concluye la concejal, Cristina García incidiendo en el “gran trabajo” que se realiza desde Servicios Sociales, con una labor callada y discreta y en algunos casos, poco conocida pero que gracias al equipo técnico del área se consigue atender y ayudar a muchas personas en situaciones difíciles a través de los recursos de los que se dispone.
En relación a este taller de cocina, García añade que se consigue, además de implicar a los jóvenes en el aprendizaje de un oficio que puede servirles a nivel laboral, fortalecerles, psicológicamente y ayudarles a su inclusión social, fomentando sus habilidades y atendiendo a sus necesidades específicas.
Cristina García felicita a los alumnos y alumnas por su apuesta por su formación y por querer seguir evolucionando de cara a su futuro, animándoles a aprovechar este recurso que se les ofrece y por el que desde el Ayuntamiento se seguirá apostando a través del Plan de Integración Social.